Desarrollo Humano – el camino por delante

Por Selim Jahan, Director de la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD

gggEl Informe sobre Desarrollo Humano (IDH) de 2016 es la 25ª edición de esta publicación. Durante el último cuarto de siglo, estos informes han ejercido una notable influencia en el discurso del desarrollo, aportando un potente lente para evaluar el bienestar humano e informando la formulación de políticas públicas.

Pero el mundo es ahora muy diferente de lo que era en 1990. Se han registrado grandes avances en la reducción de la pobreza, la mejora en el acceso a la educación y la salud, así como en otros muchos ámbitos del desarrollo humano; sin embargo, este progreso ha sido desigual y aún hoy persisten carencias significativas. A la vez, algunos problemas se han vuelto más acuciantes, entre ellos el cambio climático. El avance de la globalización y los rápidos cambios tecnológicos ofrecen nuevas oportunidades, pero también plantean riesgos de exclusión. Tal y como establece la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, existe hoy una necesidad crítica de un “cambio transformativo” en el desarrollo, en el que “nadie se quede a atrás”.

Desde la perspectiva de desarrollo humano ha llegado el momento de centrase tres aspectos fundamentales –ampliar las fronteras de este paradigma, revisar la manera en la que el desarrollo humano es medido; y examinar las opciones de políticas públicas, vinculando diversas estrategias y focalizándose en instituciones tanto a nivel nacional como mundial. Por esta razón, el tema del IDH del jubileo es “El desarrollo humano – el camino por delante”.

Ampliando las fronteras del enfoque de desarrollo humano

El informe de 2016 busca expandir las fronteras del pensamiento sobre el desarrollo humano, examinando aquellas cuestiones conceptuales que no se hicieron explícitas en informes anteriores. Cuestiones no abordadas como:

– El equilibrio entre oportunidades y libertades individuales, y las sociales (por ejemplo, como la libertad individual de cubrir la cara sobre la base de las creencias religiosas personales puede no ser consistente con la norma de la sociedad en general)

– La jerarquía entre oportunidades (cómo algunas personas pueden valorar un conjunto de libertades más que otro),

– La interconexión de oportunidades (por ejemplo, cómo la libertad individual de viajar puede tener un efecto sobre el medio ambiente).

Igual de importante a la hora de ampliar estas fronteras será abordar aquellos temas de informes anteriores que merecen una mayor exploración a la luz del actual entorno de cambio – cuestiones como la seguridad humana, la participación y la sostenibilidad ambiental-; así como considerar aquellos aspectos que son críticos para cambios transformativos en el desarrollo – cuestiones normativas tales como la justicia social y la equidad, la tolerancia y la no violencia, la diversidad y la igualdad.

En la evaluación del progreso y resultados en el desarrollo humano, la atención se centrará primero en garantizar que aquellas personas más desfavorecidas puedan beneficiarse plenamente del avance del desarrollo humano, y en que aquellos que han escapado de las privaciones y carencias más básicas puedan continuar avanzando. Evaluar no sólo la cantidad sino también la calidad del desarrollo humano también es fundamental en este empeño – por ejemplo, niñas y niños pueden completar la educación primaria, pero esto no representa progreso humano sostenible si no son capaces de leer o escribir correctamente. El informe de 2016 también revisará de algunos de los índices compuestos existentes y complementará la evaluación del desarrollo humano abordando cuestiones relacionadas con la medición de la sostenibilidad del medio ambiente, la seguridad humana y la participación, entre otros. También investigará cómo indicadores de bienestar y la felicidad (por ejemplo, el Indice de Felicidad Bruta) pueden aportar una nueva perspectiva sobre el desarrollo humano. El objetivo es avanzar hacia una forma más completa, concisa y coherente de medir el progreso humano.

Al nivel de políticas públicas, el informe tratará de definir un marco analítico unificado anclado en el enfoque de desarrollo humano, destacando no sólo el qué políticas públicas resultan necesarias sino el cómo implementarlas. También se aplicará un enfoque tanto normativo como instrumental en temas como la justicia social, la equidad, la igualdad, la tolerancia, la diversidad cultural, la no violencia y la democracia. Y, como una visión compartida de la humanidad también exige un esfuerzo colectivo para mejorar el desarrollo humano de forma inclusiva y sostenible, el informe centrará su atención tanto en el Estado, como en instituciones a nivel nacional, regional y global.

Desarrollo humano y la Agenda 2030

Si bien el informe 2016 no se centra en la Agenda 2030, somos conscientes de que este acuerdo internacional influenciará el discurso y las políticas de desarrollo durante los próximos 15 años. En la búsqueda de caminos hacia el futuro, el desarrollo humano puede vincularse a esta agenda de manera que se refuercen mutuamente. Los Informes sobre desarrollo humano pueden ser una contribución intelectual y fortalecer las políticas públicas orientadas a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Algunos indicadores de desarrollo humano, de hecho, se alinean con algunos de los ODS y podrían ser utilizados para monitorear su progreso. Por otro lado, el compromiso de que “nadie se quedará atrás” puede proporcionar un marco para priorizar ciertas dimensiones de desarrollo humano o grupos de personas, y para integrar un cambio transformativo en desarrollo en marco del pensamiento sobre desarrollo humano.

Tanto el paradigma del desarrollo humano y el IDH están en un punto de inflexión en su historia. Ambos han establecido una tradición distintiva y una sólida trayectoria en el avance de pensamiento conceptual, la medición, la promoción y la realización práctica del desarrollo humano. Al mismo tiempo, el panorama del desarrollo en el mundo de hoy – y en un futuro previsible – es cualitativamente diferente de lo que era en 1990. El reto es aprovechar los avances en nuestro conocimiento y comprensión para asegurar que tanto el paradigma como los informes -con continuidad de principios y enfoques fundamentales- generen cambios positivos en la vida de las personas, y resulten relevantes y útiles para la consecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. El informe de 2016 representa un ejercicio intelectual para abordar ese reto.

Fuente: http://hdr.undp.org/es/content/desarrollo-humano-el-camino-por-delante