III Encuentro de la Red Latinoamericana y del Caribe de ISTR, Buenos Aires, setiembre 2001
Este ensayo continúa los análisis y reflexiones de otro anterior en el cual se planteaba la posibilidad de que, en la sociedad chilena actual, las organizaciones de la sociedad civil, especialmente aquellas con vocación pública, pudieran desarrollar formas de asociatividad
autónomas, y convertirse en organizaciones amplias de participación social, y eventualmente política. La conjetura principal de este ensayo es que en la sociedad chilena actual dichas organizaciones y los movimientos sociales no tienen una espacio institucional favorable, considerando las características que ha asumido el Estado postautoritario; el contexto de una radical modernización neoliberal de la economía y la sociedad, y de un sistema político de democracia
tutelada. Sin embargo, en los últimos dos años pareciera estarse abriendo un espacio de diálogo entre una parte muy pequeña de estas organizaciones y el Estado. Pero, como se mostrará existen
desacuerdos profundos sobre el papel de dichas organizaciones, y su posible aporte a la transformación de la sociedad, el Estado, e incluso del modelo económico, y sobre todo en la manera de entender la participación que ellas pueden lograr.