Datos abiertos y rendición de cuentas

¿Dónde conectan la agenda de datos abiertos y rendición de cuentas? ¿Porque es importante esta agenda en la región?

Con estas preguntas, Anabel Cruz, co-directora del Instituto de Comunicación y Desarrollo (ICD) y de Rendir Cuentas, inició su participación en el “Panel de alto nivel: Combate a la corrupción en las Américas: Datos Abiertos y tecnología cívica” del evento “Datos Abiertos: Gobernabilidad Democrática frente a la corrupción” realizado el miércoles 11 de abril 2018, en Lima, actividad previa a la VIII Cumbre de las Américas.

Este panel se realizó en Swissotel Lima, y también contó con la participación de Luis Almagro, Secretario General de la OEA, Ana Gabriel Zúñiga Aponte, viceministra de la Presidencia en Asuntos Políticos y Diálogo Ciudadano de Costa Rica, secretaria de Gobierno Digital de la Presidencia del Consejo de Ministros del Perú, César Cernuda, presidente de Microsoft Latinoamérica,  Yolanda Martínez Mancilla, coordinadora de Estrategia Digital Nacional de México, Marushka Chocobar Reyes, y la moderación de Enrique García, presidente de la Junta Directiva del Trust for the Americas.

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Algunos pasajes de la presentación de Anabel Cruz:

“La vinculación entre datos abiertos y rendición incluye sin dudas múltiples dimensiones. Pero antes de ingresar en el tema, quizás sea necesario enfatizar que la rendición de cuentas es ante todo la responsabilidad de responder por un desempeño particular ante las expectativas de distintas partes interesadas. Todas las personas, y todas las organizaciones (de carácter público, privado, de la sociedad civil y las empresas) tienen, tenemos, la responsabilidad del buen cumplimiento de nuestras funciones, de que el impacto de nuestro trabajo sea amplio y verdadero. Debemos saber responder por qué se tomaron determinadas decisiones, cómo se utilizan los recursos, por qué se eligieron determinadas opciones y no otras”.

“La rendición de cuentas es de carácter dinámico, es esencialmente un diálogo, en el que la retroalimentación es la parte más importante de la rendición de cuentas. La rendición de cuentas es un deber y responsabilidad ética de todos los actores: sea del Estado con la ciudadanía, del liderazgo de un organismo con sus partes interesadas, de una empresa con sus accionistas o sus usuarios, sea de una dirección ejecutiva hacia la Junta Directiva de una organización, o del secretariado de un organismo internacional hacia el conjunto de países que son miembros de ese organismo. Y exigir rendición de cuentas es un derecho: de la ciudadanía hacia el estado, de las personas beneficiarias hacia organizaciones de servicios, de usuarios y clientes hacia las empresas proveedoras, de quienes aportan recursos para el trabajo de la sociedad civil, y así puedo nombrar muchas otras vinculaciones. Todos y todas debemos rendir cuentas, todos y todas quienes estamos acá en este panel tenemos la responsabilidad de rendir cuentas y el derecho de exigirla”.

“Hoy agregamos la pregunta si los datos abiertos posibilitan una verdadera rendición de cuentas, en el marco de esta perspectiva de derechos, de imprescindible diálogo. El movimiento de datos abiertos en la última década demuestra sin dudas importantes avances, por ejemplo: muchas iniciativas de Datos Abiertos respaldan en la región la transparencia fiscal, las contrataciones abiertas, la prestación de servicios y los esfuerzos contra la corrupción; la agenda de los datos abiertos ocupa un papel importante en los planes de acción de gobierno abierto de los 18 países de las Américas vinculados a la Alianza para el Gobierno Abierto. De hecho, el 25% de los compromisos de los planes de acción en 2015 y 2016 se refieren a datos abiertos”.

“Podrán abrirse todos los datos posibles en los variados temas culturales, geográficos, medioambientales, de distintos y variados tipos de información, pero debemos reflexionar muy seriamente en cómo lograr un verdadero impacto en la vida de las personas, en sus derechos, en definitiva, en poner los datos al servicio de una rendición de cuentas de calidad”.

“No alcanza con abrir datos, como no alcanza con el acceso a información o leyes de acceso: la apertura debe vincularse a la posible reutilización de esos datos para beneficio de la comunidad o de interlocutores directos. La apertura de datos debe estar asociada a un diagnóstico de necesidades, a demandas ciudadanas o de interlocutores directos para que su impacto sea mayor. Ya existen buenos estándares y tenemos a mano buenas herramientas, la Carta Internacional de Datos Abiertos es clara en cuáles son los principios. Lo que importa hoy es implementarlos”.

“Las organizaciones de la sociedad civil vienen cumpliendo una función especial en la vigilancia ciudadana, en la contraloría social y en pedir rendición de cuentas. A su vez, la sociedad civil no está eximida de ninguna responsabilidad en la rendición de cuentas. Y aún cuando muchas veces los casos de corrupción afectan más notoriamente a otros sectores, la sociedad civil no es inmune”.

“Ya muchas voces críticas empiezan a basarse en estos hechos para tratar de deslegitimar a la sociedad civil, a la cooperación internacional, a la ayuda humanitaria o al esfuerzo de muchas personas voluntarias en todo el mundo.  En las organizaciones de la sociedad civil tenemos que estar preparados para dar este debate seriamente y honestamente”.